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De vuelta a la rutina

De vuelta a la rutina

 

De vuelta a la rutina

 

Guía para convertir la vuelta a la rutina en un juego emocionante

 

Re-adaptarse a la rutina después de las vacaciones o del verano, tiempo en el que muchas de nuestras rutinas se ven afectadas por la jornada intensiva de verano, los días más largos o el buen tiempo, puede resultar de lo más estresante o desolador.

Para evitar la tristeza o la resistencia a esta vuelta puedes utilizar la siguiente guía, que ha sido diseñada para transformar la vuelta a la rutina en un ¡¡juego emocionante!!

 

1.  Elige una de las actividades que realizabas durante el periodo vacacional o de verano y diseña tus nuevos días o semanas integrando esta actividad en ellos.

Por ejemplo, si durante el verano pasabas más tiempo con amigos asegúrate que sigues haciéndolo, aunque la frecuencia o el tiempo que estéis juntos sea menor. De la misma forma, si pasabas tiempo a solas, o leyendo, intégralo en tu día a día.

Recuerda: No dejes lo que más te gusta y de lo que disfrutas sólo para las vacaciones o el verano. Intégralo en tu día a día.

2.  Elige un momento del día para entrar en actitud “vacaciones”.

Pensamos que las vacaciones o el buen tiempo son los que nos relajan y por ello esperamos a que lleguen para relajarnos. En realidad, las vacaciones o el buen tiempo no son los únicos responsables, sino más bien la actitud que tomamos en estos periodos. Nuestra actitud es mucho más relajada, de ahí que nos tomemos lo que pasa menos en serio, y lo mejor de todo, nuestro empeño está en disfrutar y pasarlo bien. ¿Cuántas mañanas nos levantamos con la intención de pasarlo bien y disfrutar a tope, pase lo que pase? Pues elegirlo como objetivo para el día es el primer paso.

Recuerda: Cómo experimentamos la vida depende, no de las circunstancias externas, sino de cómo elegimos actuar ante ellas.

3.  Elige vivir en el momento actual y no compararlo con otros momentos

Una de las fuentes de estrés más comunes es querer estar en un lugar distinto al que estás. Por ejemplo: cuando nos encontramos en un atasco y estamos pensando todo ese tiempo en que tendríamos que estar en otro lugar. O estar en una reunión y estar pensando lo bien que estábamos en la playa… Pensar en estar en otro lugar no sólo no hace que desaparezca el atasco o que la reunión acabe, sino que además nos provoca estrés, y lo peor, ¡¡se te hace larguísimo!!

Recuerda: Si no puedes cambiar dónde estás, trae tu mente al presente, mira a tu alrededor y aprécialo. No te pierdas dónde estás por querer estar en otro sitio.

¡¡¡Feliz vuelta a la rutina!!!!

 

Si quieres aprender a vivir el momento presente y disfrutarlo más intensamente, o cómo diseñar tu rutina para que vivas de vacaciones todo el año, escríbenos un email para ver cómo te podemos ayudar.

 

Mónica G. – El Factor Humano, Burgos

info@elfactorhumanoburgos.com